Una copa de licor
cuando la bebo convertida en sangre.
No soy vampiro ni de día duermo
y tampoco hay a quien yo mate
Seguí bebiendo del pasión rojo
y terminé mi dulce preparado.
Fue un veneno tan extraño
que efectuó y cerré los ojos.
Cuando desperté vi tu mirada
deseosa de pedir perdón:
¡TÚ NO SIENTES LO QUE HACES!
Me provocas tanto dolor...
Mentiras y más mentiras
una tómbola en mi alma.
¿ Qué tocará hoy,
la tempestad o la calma?
Si nos alimentan con mentiras, nuestra alma nunca tendrá paz... (ay, cuánto sé yo de eso...)
ResponderEliminarBesos.
después de la tempestad siempre, siempre ha llegado la calma
ResponderEliminarun beso
Qué grata sorpresa, Toñi, al leer tu blog. Lo sigo casi a diario. Me ha sorprendido la cantidad de poemas y relatos que tienes. Sigue publicando, porque musas como tú hay pocas.
ResponderEliminarAprovecho para hacer publicidad de mi nuevo blog, visítalo:
http://cuadernosdecefiriada.blogspot.com/
Mama mia que pedazo de verdad, de cuantas mentiras nos alimentaremos a diario. Quien sabe, la vida es una tómbola llena de verdades o mentiras. Cada día que pasa me sorprendes más con tu forma de expresar, es precioso el escrito, usando unas metáforas muy cuidadas y un sentido muy agónico. Preciado licor el que me trajo hasta este templo tan sutil.
ResponderEliminarSaludos, amiga Toñi.